
Enfermedad del beso, ¿qué es y cómo tratarla?
La mononucleosis infecciosa o fiebre ganglionar de Pfeiffer es conocida como la enfermedad del beso. ¿Por qué la llamamos así en el lenguaje popular? Esto se debe a que se contagia por la saliva, y por tanto en un beso se puede pasar de una persona a otra. Aquí te explicamos más detalles por si te planteas que puedas tenerla.
¿Qué es la enfermedad del beso?
La saliva no solo es responsable de traspasar enfermedades como la periodontitis, relacionada con la salud dental. También se puede contagiar la enfermedad del beso. Se trata de una enfermedad infecciosa producida por el virus de Epstein-Barr, transmitida por el intercambio de saliva.
Se suele contagiar en guarderías entre niños o mediante besos apasionados de adolescentes. En todo caso, también se puede tener en la edad adulta, si bien es menos contagiosa que la varicela o la gripe.
Síntomas de la mononucleosis
La enfermedad del beso comienza con una primera fase de incubación que dura en torno a uno o dos meses. Cuando aparecen los primeros síntomas, suelen ser similares a un proceso febril
- Dolor de cabeza
- Cansancio
- Fiebre
- Anginas
- Falta de apetito
- Ganglios inflamados
- Placas en la garganta
Si tienes fiebre, bultos en el cuello y un cansancio que no desaparece al paso de los días, podría tratarse de la enfermedad del beso. Suele ocurrir con más frecuencia si tienes a algún conocido que la haya pasado recientemente. La clave es realizar un análisis de sangre para poder ver si el paciente tiene mononucleosis infecciosa.
¿Cómo actuar si tienes mononucleosis?
No hay un tratamiento antiviral específico para la enfermedad del beso. El principal tratamiento es el descanso. Se recomienda al paciente que se acueste y evite todo movimiento físico. De lo contrario, se podría dañar el bazo y se producirían complicaciones graves para la salud.
En caso de molestias o dolor, también se puede aconsejar algún antiinflamatorio para reducir los síntomas.
La mayoría de los pacientes se curan al cabo de unas semanas de reposo, descansando y evitando cualquier actividad. Solo en algunos casos aparecen complicaciones como anemia, hepatitis, meningitis, rotura de bazo, dificultad respiratoria y otros.
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