Mewing: la última moda viral de ejercicios para la mandíbula

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Mewing: la última moda viral de ejercicios para la mandíbula

En los últimos tiempos, una tendencia conocida como mewing ha ganado popularidad en las redes sociales y entre aquellos interesados en la salud bucal y la estética facial. El término mewing proviene del apellido del ortodoncista británico Dr. John Mew, quien introdujo este concepto como una forma de mejorar la postura oral y facial para promover un desarrollo maxilar óptimo con fines estéticos.

Aunque el mewing ha generado entusiasmo entre algunos seguidores, también ha generado cierta controversia y escepticismo. Algunos profesionales consideran que las afirmaciones sobre los beneficios del mewing pueden ser exageradas o carecer de evidencia científica sólida. Además, enfatizan la importancia de abordar problemas dentales y ortodónticos con métodos probados y supervisados por profesionales de la salud.

En cualquier caso, el mewing ha captado la atención del público y ha generado debates sobre la relación entre la postura oral, la salud bucal y la estética facial. A medida que continúa la discusión sobre esta tendencia viral de ejercicios para la mandíbula, es importante examinar críticamente la información disponible y buscar el consejo de profesionales médicos y dentales calificados antes de adoptar cualquier práctica relacionada con la salud.

¿Qué es el mewing?

El mewing es una técnica desarrollada por el ortodoncista británico Dr. John Mew y su hijo, el ortodoncista Dr. Mike Mew, que se centra en mejorar la postura oral y facial para promover el desarrollo de la mandíbula. Esta técnica ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente en las redes sociales y entre aquellos interesados en la salud bucal y la estética facial.

La premisa fundamental del mewing es que la forma en que colocamos la lengua, la mandíbula y los músculos faciales puede tener un impacto significativo en el desarrollo de la estructura facial, especialmente durante la etapa de crecimiento y desarrollo en la infancia y adolescencia. Según el enfoque del mewing, adoptar una postura oral adecuada puede contribuir a corregir problemas como la mordida incorrecta, la mandíbula retrocedida o el crecimiento insuficiente del maxilar.

La técnica básica del mewing implica mantener la lengua en el paladar duro, justo detrás de los dientes superiores, en lugar de dejarla caer hacia abajo en la boca. Se cree que esta posición ayuda a ejercer una presión suave pero constante sobre el paladar, lo que puede contribuir a su expansión y al desarrollo de una arcada dental más amplia. Además, mantener la lengua en esta posición puede ayudar a alinear los dientes correctamente y prevenir problemas como la maloclusión o la mordida incorrecta.

Además de la posición de la lengua, el mewing a menudo incluye ejercicios para fortalecer los músculos faciales y mejorar la postura corporal en general. Estos ejercicios pueden implicar la contracción y relajación de los músculos de la mandíbula, la realización de movimientos de apertura y cierre de la boca, y la adopción de una postura de la cabeza y el cuello que promueva una alineación adecuada de la columna vertebral.

¿Cuáles son los objetivos de esta técnica?

Expansión del paladar

Uno de los objetivos principales del mewing es promover la expansión del paladar, es decir, el ensanchamiento de la parte superior de la boca. Se cree que mantener la lengua en el paladar duro, justo detrás de los dientes superiores, puede ejercer una presión suave pero constante sobre el paladar, lo que contribuye a su expansión y al desarrollo de una arcada dental más amplia. Esto puede ayudar a corregir problemas como el apiñamiento dental y mejorar la alineación de los dientes.

Corrección de la mandíbula y de la oclusión

Otro objetivo del mewing es corregir problemas de mordida, como la maloclusión o la mordida incorrecta, así como mejorar la posición y la función de la mandíbula. Se cree que mantener una postura oral adecuada puede contribuir a alinear los dientes correctamente y mejorar la relación entre la mandíbula superior e inferior, lo que puede prevenir problemas como el retroceso mandibular y la protrusión mandibular.

Fortalecimiento de los músculos faciales

El mewing también tiene como objetivo fortalecer los músculos faciales, incluidos los músculos de la lengua, la mandíbula y las mejillas. Se cree que realizar ejercicios específicos para estos músculos puede ayudar a mejorar la tonicidad muscular y la función masticatoria, así como a prevenir la flacidez facial y el debilitamiento de los tejidos blandos.

Mejora de la postura corporal

Además de los beneficios específicos para la salud bucal y facial, el mewing también se centra en mejorar la postura corporal en general. Se cree que mantener una postura de la cabeza y el cuello que promueva una alineación adecuada de la columna vertebral puede contribuir a una mejor respiración, circulación sanguínea y salud en general.

Mejora de la estética facial

Finalmente, el objetivo último del mewing es promover una apariencia facial más armoniosa y estéticamente agradable. Se cree que alinear correctamente los dientes, corregir problemas de mordida y mejorar la postura facial puede contribuir a una apariencia facial más simétrica, equilibrada y atractiva.

¿El mewing funciona?

Aunque algunos defensores del mewing afirman haber experimentado resultados positivos al practicar esta técnica, actualmente no hay evidencia científica sólida que respalde sus supuestos beneficios.

En primer lugar, es importante señalar que la mayoría de los estudios científicos sobre el desarrollo facial y la ortodoncia se centran en métodos y tratamientos probados y supervisados por profesionales de la salud. Hasta la fecha, no existen estudios clínicos bien diseñados que hayan evaluado específicamente la eficacia del mewing en la corrección de problemas dentales, la mejora de la estructura facial o la promoción de la salud bucal.

Además, algunos expertos en ortodoncia y odontología advierten que practicar el mewing de forma incorrecta o excesiva podría tener consecuencias negativas para la salud bucal y facial. Por ejemplo, mantener la lengua en una posición inadecuada o aplicar una presión excesiva sobre el paladar puede provocar problemas como la tensión muscular, la disfunción temporomandibular (DTM) o el desarrollo de maloclusiones.

Por lo tanto, es importante ser cauteloso al considerar la práctica del mewing y no realizar este tipo de ejercicios sin la supervisión y orientación de un profesional médico o dental calificado. Un ortodoncista o un odontólogo pueden evaluar tu situación individual, determinar si el mewing es adecuado para ti y proporcionarte recomendaciones específicas sobre cómo practicarlo de manera segura y efectiva, si corresponde.

¿Qué consecuencias puede tener el mewing para la salud oral?

El mewing, al ser una técnica que implica cambios en la postura oral y facial, puede tener varias consecuencias potenciales para la salud oral si se practica de manera incorrecta o excesiva. Aquí se detallan algunas de las posibles consecuencias:

  • Tensión muscular: mantener la lengua en una posición inadecuada durante períodos prolongados de tiempo puede provocar tensión excesiva en los músculos faciales y del cuello. Esto puede causar fatiga muscular, dolor de cabeza, dolor en la mandíbula y tensión en los músculos del cuello y los hombros.
  • Disfunción temporomandibular (DTM): la tensión muscular y la presión excesiva en la mandíbula pueden contribuir al desarrollo de disfunción temporomandibular (DTM), una afección que afecta las articulaciones temporomandibulares y los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. Los síntomas de la DTM pueden incluir dolor en la mandíbula, dificultad para abrir o cerrar la boca, chasquidos o crepitaciones en las articulaciones y dolor de oído.
  • Desgaste dental irregular: laa presión excesiva ejercida sobre los dientes y las encías debido a una postura oral inadecuada puede provocar un desgaste irregular de los dientes. Esto puede resultar en erosión del esmalte dental, sensibilidad dental, exposición de la dentina y mayor riesgo de caries y fracturas dentales.
  • Maloclusión: si se practica el mewing de manera excesiva o incorrecta, puede provocar cambios en la alineación de los dientes y la mandíbula, lo que puede resultar en maloclusión o mordida incorrecta. Esto puede causar problemas de masticación, dificultades para hablar y una apariencia facial desequilibrada.
  • Desarrollo maxilar desequilibrado: si se practica el mewing de manera excesiva o incorrecta durante períodos críticos de crecimiento y desarrollo facial, puede interferir con el desarrollo normal del maxilar y la mandíbula. Esto puede resultar en un crecimiento facial desequilibrado y problemas estéticos y funcionales a largo plazo.
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