Protrusión dental: qué es y cómo se presenta

Protrusión dental: qué es y cómo se presenta

Para comprender cómo se presenta y cómo se trata la protrusión dental de una manera adecuada, lo primero que hay que saber es que se caracteriza por una inadecuada alineación y posición de los dientes en ambos maxilares. De forma más específica, está relacionada con un excesivo desarrollo del maxilar, lo que ocasiona una maloclusión clase II que es la que se presenta con más frecuencia.

¿Quieres saber más sobre la protrusión dental y cómo solucionarla? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la protrusión dental?

La protrusión dental o mala posición de clase II no es más que el término que se usa para hacer referencia a los dientes incisivos superiores que encajan muy por delante de las piezas dentales inferiores. Comúnmente, son conocidos como dientes salidos o dientes de conejo.

Hay que tener en cuenta que los niños que padecen de protrusión dental son incapaces de cerrar adecuadamente la boca, debido a que sus labios no logran cubrir por completo los incisivos. De esta manera, los incisivos quedan hacia fuera, proyectándose hacia abajo y dando lugar a la sobremordida.  Además, en ciertas ocasiones los incisivos también pueden ser más grandes de lo normal, llegando incluso a estar apiñados o mal posicionados. Todo eso ocasiona un aspecto poco estético en la boca.

Causas de la protrusión dental

Existen múltiples causas por las cuales una persona puede tener protrusión dental o sonrisa de conejo. Por eso, hemos decidido agrupar las más frecuentes:

Genéticas

Una de las causas más frecuentes por las cuales un adulto padece de protrusión dental es la maloclusión tipo II del maxilar. Este es un factor genético que causa los dientes salidos. El maxilar superior estará más adelantado que el inferior, haciendo que las piezas dentales dejen de encajar. Incluso en algunos pacientes los incisivos superiores pueden llegar a sobresalir hasta 1 centímetro con respecto a los inferiores.

La deglución atípica, o en su defecto la colección inadecuada de la lengua a la hora de tragar, es otro factor genético que en ciertos pacientes puede ocasionar protrusión dental. En estos casos la lengua hará presión sobre los dientes superiores y es por ese motivo que los mismos terminarán desplazándose hacia adelante.

Malos hábitos

Otra de las causas más frecuentes de dientes salidos es el mal hábito de niños y niñas de chuparse el dedo. Con este hábito se hace presión con el dedo hacia la parte interna de las piezas dentales superiores, empujándolas hacia fuera.

El hecho de morderse las uñas también puede ocasionar esta patología, ya que al hacerlo se ejerce una fuerza que a la larga puede ocasionar dientes salidos.

Lo mismo ocurre con la succión labial, que es el hábito de morderse los labios con los dientes, por lo general los superiores. Se acaban empujando hacia fuera, hasta darse el caso de que la persona acabe con los dientes salidos.

Consecuencias y riesgos de la protrusión dental

Los niños que padecen protrusión dental tienen una sonrisa antiestética, de modo que suelen tener complejos por la presión social en el colegio. Pero tan importante como el problema estético, o incluso más, son otros problemas:

Problemas al masticar

Los niños con protrusión dental tienen problemas al masticar, debido a que las piezas dentales superiores no encajan adecuadamente con las inferiores. Pueden, incluso, llegar a padecer inflamaciones gingivales debido al traumatismo de los dientes inferiores con la mucosa palatina.

Mayor riesgo de sufrir fracturas en los incisivos

Debido a que los dientes están más hacia afuera, el paciente por lo general no podrá cerrar los labios, de manera que en caso de sufrir una caída o traumatismo los incisivos que sobresalen están más expuestos a sufrir un golpe o fractura.

Mayor riesgo de padecer gingivitis, inflamación amigdalar y faringitis

Por lo general, estos pacientes tienen el hábito de respirar mal, ya que suelen ayudarse de la respiración bucal, lo que causa un mayor riesgo de padecer gingivitis, inflamación amigdalar o faringitis.

¿Cómo afecta al niño y al adolescente tener protrusión dental?

Los jóvenes que padecen protrusión dental están más expuestos a sufrir burlas por parte de sus compañeros de clase. Si esto sucede y sufren bullying, las consecuencias pueden llegar a ser muy negativas, favoreciendo la pérdida de la autoestima, frustraciones, mal desempeño escolar, cambios de humor, sufrimiento, etc.

Por eso es importante acudir a un centro odontológico especializado en este problema, para anticiparse antes de que se presente esta situación tan negativa para un buen desarrollo psicosocial del niño o preadolescente.

Lo primero que hay que hacer en estos casos es estudiar con detalle los factores y las causas que originaron la protrusión dental para, de esa manera, hacer un buen diagnóstico y diseñar un adecuado plan de tratamiento capaz de ajustarse a las necesidades y problemas del niño.

En algunas circunstancias, el ortodoncista le ofrecerá al paciente diversos tratamientos estéticos, algunos serán invisibles, otros de quitar y poner, de uso únicamente doméstico y sencillos de utilizar.

Gracias a esta metodología se logra tratar adecuadamente al niño con poca aparatología, molestias mínimas y un resultado natural y poco invasivo para el proceso de desarrollo del niño.

¿Cómo tratar la protrusión dental?

La mejor manera de corregir la protrusión dental es por medio de la ortodoncia a una edad temprana. Las personas adultas que padecen de esta patología debido a la maloclusión tipo II del maxilar, podrían llegar a necesitar cirugía bucal para corregir la posición de las piezas dentales.

El tratamiento dependerá de si es para adultos o niños:

Tratamiento en adultos

En adultos, la ortodoncia para la protrusión dental busca corregir la inclinación y posición de los dientes. Dependiendo de cada paciente, se podrán utilizar brackets metálicos o en su defecto ortodoncia invisible. En ambos casos, el objetivo es conseguir que el paciente tenga una sonrisa estética y acabe con los problemas derivados de los dientes de conejo.

Una vez finalizado el tratamiento ortodóncico, será necesario usar retenedores, con eso nos aseguramos que las piezas dentales están en una posición adecuada tras finalizar el tratamiento. Para esto, es obligatorio revisar y cambiar los retenedores cada 6 a 9 meses.

Tratamiento en niños

En el caso de los niños, lo más recomendable es corregir esta patología mientras el paciente aún está en crecimiento. Lo ideal es que sea durante el pico de crecimiento, aproximadamente a los 12 años, aunque será el ortodoncista el que tendrá la última palabra luego de una evaluación exhaustiva del paciente.

Es por eso que a partir de los 12 años se puede valorar la opción de utilizar ortodoncia invisible Invisalign Teen. Esta es la última tecnología en ortodoncia que ha demostrado conseguir resultados sorprendentes en aquellos pacientes que sienten complejo y vergüenza por su sonrisa. Esta ortodoncia invisible no se nota y la mejoría se hace evidente en tan solo algunos meses tras el inicio del tratamiento.

También está la opción de la ortodoncia interceptiva, la cual puede corregir esta patología y evitar mayores problemas en la edad adulta del paciente. Hay que tener en cuenta que los dientes de los niños son mucho más fáciles de corregir, ya que los huesos aún están en proceso de formación.

Al igual que en el adulto, una vez finalizada la corrección ortodóncica del niño, también será necesaria la utilización de retenedores, especialmente en los primeros meses.

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