Recesión de encías: qué es y cómo tratarla
La recesión de encías, también conocida como recesión gingival, es un proceso que puede originarse por la tracción excesiva del frenillo, la alteración de la posición normal de los dientes, tratamientos de ortodoncia mal realizados y, por supuesto, la presencia de una encía más débil o delgada de lo habitual.
¿Quieres saber más sobre la recesión de encías? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la recesión de encías?
Consiste en la retracción o pérdida de la altura de la encía. Es un trastorno relativamente frecuente y aunque lento, ya que aparece de forma gradual, puede ocasionar problemas muy importantes al ir dejando expuesta la raíz de las piezas dentales. Los problemas que origina pueden ser: estéticos, aumento de la sensibilidad e, incluso, pérdida de la pieza dental.
¿Cómo se detecta la recesión de encías?
Es fundamental detectar este problema a tiempo, para así evitar complicaciones. Para eso, hay que prestar atención al aspecto de tus dientes, en caso de notarlos más alargados de lo habitual, es indispensable acudir al dentista para estar seguros. El mal aliento, el abultamiento, la inflamación, el sangrado de las encías, el aumento de la sensibilidad, dolor al masticar y la sensación de sentir los dientes flojos son otros rasgos a los cuales hay que prestar especial atención.
Deberá ser el especialista quien realice el diagnóstico por medio de diferentes pruebas (examen visual, sonda de medición, radiografías y similares).
¿Cuáles son las causas de la recesión de encías?
Entre las causas más frecuentes destacamos:
- Enfermedad periodontal y/o g
- Frenillos insertados.
- Problemas oclusales.
- Tratamientos ortodóncicos inadecuados.
- Cepillado incorrecto.
- Enfermedades de sistemas (diabetes).
¿Cuál es el tratamiento para la recesión de encías?
La recesión de las encías debe tratarse teniendo en cuenta el tipo y la gravedad:
– Tratamiento en caso de recesión o sensibilidad leve
En estos casos, los dentistas suelen aplicar una sustancia que hace que los dientes sean menos sensibles. A su vez, recomiendan la utilización de una crema dental desensibilizante u otra pasta dental que sea suave, es decir, que no contenga abrasivos que se utilizan habitualmente para controlar el sarro o blanquear los dientes.
También es recomendable la utilización de un cepillo de dientes que tenga cerdas suaves y una adecuada técnica de cepillado. Todas estas medidas evitan que la recesión de encías empeore, pero no la curan.
– Tratamiento en caso de recesión o sensibilidad grave
En estos casos, el tratamiento implica un procedimiento de injerto: se toma tejido blando del paladar o, en su defecto, tejido cutáneo de un donante y, posteriormente, se sutura sobre la región afectada.
Es importante tener en cuenta que este problema requiere tratamiento cuando las encías o las piezas dentales pierden gran parte de la gruesa capa de tejido que ayuda a proteger el hueso que se encuentra por debajo. El tratamiento también será necesario cuando se acumulen grandes cantidades de placa, lo que da lugar a encías sangrantes e inflamadas.
¿Cómo es el procedimiento de injerto de encías para tratar la recesión de encías?
Este procedimiento requiere una serie de pasos para que tenga éxito, entre los que encontramos:
1. Extracción del tejido
Por medio de este procedimiento, se extrae tejido de otra parte de la boca del paciente; por lo general, se toma del paladar y se pasa a la zona donde se encuentra la recesión.
Este mismo procedimiento se puede realizar con aloinjertos (provenientes de un cadáver) o, en su defecto, con materiales a base de colágeno para evitar la extracción de tejido del paladar.
2. Colocación del injerto
Una vez obtenido el injerto, se procede a su colocación. Después del procedimiento, la raíz de las piezas dentales queda parcial o incluso totalmente cubierta, logrando así el restablecimiento de la unión firme entre la encía y las piezas dentales. Esto aportará protección frente a las caries y la hipersensibilidad dental, además de mejorar la estética de la sonrisa.
3. Cuidados posteriores
Para que este procedimiento tenga éxito es indispensable que el paciente cumpla adecuadamente con los cuidados posteriores. Es importante evitar a toda costa la utilización de cepillos de dientes duros y no ser agresivo a la hora de cepillarse.
También es importante acudir cada seis meses a consulta con el odontólogo para evitar cualquier complicación en el futuro.
¿Cuáles son los beneficios del injerto para tratar la recesión de encías?
Los beneficios del injerto de encías para tratar la recesión son:
- Recuperación total o parcial de la encía perdida.
- Mejora el pronóstico.
- Aumenta el grosor y volumen de la encía alrededor de la pieza dental, lo que la
- Reduce la sensibilidad de los dientes, ya que cubre la raíz expuesta.
- Mejora la estética dental.
¿Puede la ortodoncia mejorar la pérdida de encía?
El objetivo principal de un buen tratamiento ortodóncico es el de conseguir una adecuada oclusión y función, logrando con ello el restablecimiento del equilibrio tanto articular, muscular y dentarios con todos los tejidos que se encargan del soporte del diente. Al corregir los problemas de oclusión o mordida cruzada, se conseguirá que el soporte gingival se estabilice y no se siga deteriorando.
Sin embargo, el mal tratamiento ortodóncico es una de las causas de recesión gingival, pues los malos planes de tratamiento y diagnóstico sin respetar los límites biológicos del hueso ocasiona la retracción de las encías.
¿Cómo se puede prevenir la recesión de encías?
A continuación, mencionamos algunas recomendaciones que te ayudarán a prevenir la recesión de encías:
1. Uso de cepillo adecuado
Se recomienda utilizar un cepillo de dientes con cerdas suaves y asegurarse de aplicar una presión controlada. En caso de querer utilizar un cepillo eléctrico, lo mejor es asegurarse de comprar uno que tenga sensor de presión.
2. Cambiar la técnica de cepillado
Si actualmente se tiene una mala técnica de cepillado, lo más probable es que esta sea la causa de la recesión de encías. En ese caso es recomendable consultar con un especialista para que nos asesore acerca de cuál será la técnica más eficaz para evitar daños en nuestras encías.
3. Evita fumar
Este es un hábito que genera vasoconstricción de los vasos sanguíneos, lo que quiere decir que la sangre no llega con tanta facilidad a todas las zonas de nuestras encías. De modo que, si tenemos problemas en las encías, el tabaco los acelera y agrava.
4. Utilizar hilo dental
Hacer uso de hilo dental o cepillos interdentales ayudarán a mantener una buena higiene dental.
5. Tener cuidado si tienes ortodoncia
La recesión se puede presentar debido al propio movimiento en el tratamiento ortodóncico; se recomienda acudir al odontólogo en caso de presentar algún síntoma de recesión de encías.
6. Eliminar frenillos que hacen tracción en la encía
En caso de tener frenillos que aplican una excesiva tracción sobre la encía, lo mejor será eliminarlos para evitar la recesión de la misma.
7. Acudir al especialista en periodoncia
En aquellos casos donde la encía ya se encuentra retraída, lo mejor es acudir a un periodoncista para que haga las valoraciones necesarias y determine si es necesario realizar un tratamiento de injerto de encía.
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